viernes, 3 de enero de 2014

CÁNCER DE PULMÓN

Los pulmones son unos órganos que están formados por muchos tipos de células. Las más numerosas son las células epiteliales, que traspasan el oxígeno a la sangre, pero también hay células hormonales, musculares y fibrosas para el soporte. La inmensa mayoría de los cánceres de pulmón se originan a consecuencia de la inhalación de sustancias cancerígenas que se encuentran en el humo de los cigarrillos. Estas sustancias entran en contacto con las células del pulmón, y son capaces de alterarlas de manera que comienzan a multiplicarse sin control, formando así un acúmulo de células malignas que se conoce como tumor (también bulto, lesión o nódulo). El tumor provocará complicaciones en el propio pulmón, y además puede que algunas de esas células malignas pasen a la sangre o a la linfa y se repartan por otras zonas del cuerpo humano, dando lugar a las llamadas metástasis.
Por todo ello, y a pesar de que no todos los cánceres de pulmón se deben exclusivamente al tabaquismo, hablar de cáncer de pulmón es hablar de tabaco. En general, el riesgo de un fumador de padecer cáncer de pulmón es 13 veces mayor que el de un no fumador, y en el caso de la exposición pasiva al tabaco.

TIPOS DE CÁNCER DE PULMÓN

Hay varios tipos de cáncer de pulmón. Es clave poder identificar qué tipo de cáncer padece el paciente, ya que el tratamiento y el pronóstico son radicalmente diferentes entre ellos. En primer lugar, se pueden dividir los tipos de cáncer en dos grandes grupos:

-Cáncer de pulmón de células pequeñas: también se llama cáncer microcítico o en “granos de avena”; representa el 10-15% de todos los cánceres de pulmón. Este tumor suele encontrarse en la parte más central de los pulmones y es el más agresivo de todos; casi siempre invade partes del cuerpo humano muy lejanas de los pulmones. Además, es capaz de provocar síndromes paraneoplásicos, es decir, puede sintetizar hormonas y otras sustancias que provocan alteraciones a nivel neurológico, endocrinológico.

-Cáncer de pulmón de células no pequeñas: se engloban en este grupo distintos tipos de cáncer que se asemejan en su tratamiento y pronóstico. Se puede distinguir cada tipo por sus diferencias celulares microscópicas, es decir, por las diferencias de sus células al microscopio.

TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE PULMÓN

Para decidir cuál es el mejor tratamiento para un tumor es esencial conocer qué tipo de cáncer de pulmón es y cuál es su extensión. Además, es igual de importante saber la edad del paciente y su estado de salud. Todos estos datos indican si un paciente es susceptible de ser operado (se puede operar porque su estado físico lo permite), y si el tumor es resecable (la cirugía puede extirpar el tumor).
Cuando lo es, el paciente puede ser intervenido quirúrgicamente y, en algunos casos, la cirugía resulta curativa. Los tipos de cirugía son más o menos agresivos según la extensión del pulmón que sea preciso eliminar.
Si la cirugía no es suficiente, o para ayudar a la curación, se utilizan la radioterapia y la quimioterapia. La radioterapia consiste en suministrar rayos X dirigidos hacia el tumor, con el fin de destruir las células malignas que se están multiplicando sin control, ya que son especialmente sensibles a la radiación. El problema es que la radiación también daña células sanas del organismo como son las células de la piel, de la sangre o del esófago.

QUIMIOTERAPIA

La quimioterapia consiste en la administración de fármacos que también destruyen las células tumorales pero, al igual que la radioterapia, tiene efectos nocivos sobre las células sanas del organismo y provoca efectos indeseables como náuseas, vómitos, cansancio, caída del cabello y llagas en la boca.

MEDICACIÓN
En la actualidad se están descubriendo nuevos medicamentos que serían capaces de actuar específicamente sobre las células malignas; esto se conoce como terapias dirigidas, y muchas de ellas están en proceso de estudio para aplicarlas en pacientes.

La prevención es la mejor arma contra esta enfermedad.

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